martes, 26 de junio de 2012

Noche en vela



    Cae la noche, la relajación de un cuarto vacío y de una cama cómoda, con el final de un día cumplido, pretendes abrazar el mundo de los sueños para despertar en un día mejor que el anterior.
    Pero no, tu día aún no ha terminado, tú cabeza así lo ha decidido, te lo dice, ella sigue su curso, sigue pensando en todas esas cosas que sabes que no son importantes en ese instante - ¿Qué quieres que solucione a estás horas? - Preguntas a tu cabeza de una manera desconsolada – Quiero dormir y descansar para el día que me espera mañana – Insistes.

    Hoy no es ese día, hoy no podrás engañar a tu cabeza, ella sigue activa y coleando sin querer entrar en ningún estado subconsciente, - Ya llegará el estado REM, pero no ahora je je je – Se ríe tu cabeza de forma nerviosa. 

    Das una vuelta y otra en la cama, esperando que en cada nueva posición... - Si, esta si que si, esta es la mía, ahora si que estoy cansado y ahora cierro de nuevo los ojos y... - Piensas intentando convencerte a ti mismo. - ¡Mierda!- Exclamación que no ayuda a sentirte relajado, dando rienda suelta a tu cabeza, que en ese momento ha cogido fuerzas y pone en funcionamiento toda su artillería. Pues ahí estás, una hora, otra hora, - ¿Pero en qué estoy pensando? ¿Por qué no me deja dormir? - Te preguntas sabiendo perfectamente la respuesta - ¡Maldito problema de electromagnetismo! ¡Seguro que suspendo el examen! Hoy no he aprovechado bien el tiempo - Estudios - A lo mejor no debería de haberle dicho a X lo que le dije, a lo mejor también le debería de haber dicho... - Dudas personales – ¡oh! ¡No! Se me ha olvidado hablar con Y – Olvidos – Mañana tengo que hacer esto, esto otro, ¿Me dará tiempo también lo otro_3? - Responsabilidades – A lo mejor mañana podría llegar y hablar con Z (así ya tengo las tres coordenadas cartesianas necesarias para describir a un sistema con tres grados de libertad) - Esperanzas.

    Y sin darte cuenta, después de esa lucha interna entre sueños y pensamientos, por fin cansas a tu cabeza, te deja vía libre – Ya puedes dormir, pero tranquilo, mañana más – Y con carita de sueño y ojos entrecerrados ves la hora iluminada en el reloj “5:49am” - Bien, aún podré dormir unas tres horillas más. - Y te dejas desvanecer en el vacío del subconsciente.


1 comentario:

  1. ¿A quien no le ha pasado? Escribes muy bien oché. Para ayudarte a dormir te diré que cuando suspendas un examen podrás decirte a ti misma que lo mismo eres de letras, eso siempre consuela :p.

    ResponderEliminar